
Colosenses 2:2-3

Día 6
Oración de apertura del Salmo 145:5-8
Recuerdo los días de antaño; medito en todas tus obras y considero lo que tus manos han hecho. Extiendo mis manos hacia ti; tengo sed de ti como una tierra reseca. Respóndeme pronto, Señor; mi espíritu desfallece. No escondas tu rostro de mí o seré como los que descienden al pozo. Que la mañana me traiga noticias de tu amor inquebrantable, porque en ti he puesto mi confianza. Muéstrame el camino que debo seguir, porque a ti encomiendo mi vida.
Canción: (Penitud de la Gracia) Fullness of Grace
escrito por Kieth and Kristyn Getty & Stuart Townend
**Esta canción no está disponible con letra en
español. Se utilizó Google Translate
para proporcionar estas letras.
Plenitud de la gracia en la fragilidad humana del hombre,
esta es la maravilla de Jesús.
Dejando a un lado su poder y gloria,
humildemente entró en nuestro mundo.
Escogió el camino de menor valor:
Escándalo de un nacimiento virginal.
Nacido en un establo, frío y rechazado:
Aquí yace la esperanza del mundo.
Plenitud de gracia, el amor del Padre
mostrado en el rostro de Jesús.
Inclinándose para soportar el peso de la humanidad,
Caminando por el camino del Calvario.
Cristo, el santo Inocente,
tomó nuestro pecado y castigo.
Plenitud de Dios, despreciada y desechada:
Aplastada por los pecados del mundo.
Plenitud de esperanza en Cristo que habíamos anhelado,
Promesa de Dios en Jesús.
A través de Su obediencia somos perdonados,
abriendo las compuertas del cielo.
Todas nuestras esperanzas y sueños las traemos
con gusto como ofrenda.
Plenitud de vida y gozo inefable:
el regalo de Dios en amor al mundo.
Salmo 22 (RVR1995)
Un grito de angustia y un canto de alabanza
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación
y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día y no respondes;
y de noche no hay para mí descanso.
3 Pero tú eres santo,
tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres;
esperaron y tú los libraste.
5 Clamaron a ti y fueron librados;
confiaron en ti y no fueron avergonzados.
6 Pero yo soy gusano y no hombre;
oprobio de los hombres y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven se burlan de mí;
tuercen la boca y menean la cabeza, diciendo:
8 «Se encomendó a Jehová, líbrelo él;
sálvelo, puesto que en él se complacía.»
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre,
el que me hizo estar confiado
desde que estaba en el regazo de mi madre.
10 A ti fui encomendado desde antes de nacer;
desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca
y no hay quien me ayude.
12 Me han rodeado muchos toros;
fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron contra mí su boca
como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como el agua
y todos mis huesos se descoyuntaron.
Mi corazón fue como cera,
derritiéndose dentro de mí.
15 Como un tiesto se secó mi vigor
y mi lengua se pegó a mi paladar.
¡Me has puesto en el polvo de la muerte!
16 Perros me han rodeado;
me ha cercado una banda de malignos;
desgarraron mis manos y mis pies.
17 ¡Contar puedo todos mis huesos!
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos
y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, Jehová, ¡no te alejes!
Fortaleza mía, ¡apresúrate a socorrerme!
20 Libra de la espada mi alma,
del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león
y líbrame de los cuernos de los toros salvajes.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis a Jehová, ¡alabadlo!
¡Glorificadlo, descendencia toda de Jacob!
¡Temedlo vosotros, descendencia toda de Israel!,
24 porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, lo escuchó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
mis votos pagaré delante de los que lo temen.
26 Comerán los humildes hasta quedar saciados;
alabarán a Jehová los que lo buscan;
vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán y se volverán a Jehová
todos los confines de la tierra,
y todas las familias de las naciones
adorarán delante de ti,
28 porque de Jehová es el reino
y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad lo servirá;
esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán y anunciarán su justicia;
a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
Interactúa con el Señor y Su Palabra:
Jesús, Cordero de Dios, gracias por tu cuerpo y tu sangre entregados por mí. Gracias, Padre Celestial, porque planeaste desde hace mucho tiempo rescatarme de tu ira al aceptar a tu Hijo perfecto como pago en mi lugar. No merezco tanta gracia, pero estoy agradecido. Por la justicia de Cristo, entro confiadamente en tu sala del trono. Háblame a través de tu poderosa Palabra. Amén.
Texto Bíblico Principal: Romanos 5-6
(Lea lentamente de su propia copia de la Palabra, con la intención no de cuánto lee, sino de escuchar lo que el Señor quiere decirle a través de Su Palabra. Si encuentra que su mente está divagando, simplemente vuelva a leer la misma sección una y otra vez hasta que su mente esté realmente contemplando la verdad de la Palabra de Dios. Cuando el Señor abra tus ojos a alguna verdad, escríbela, tal vez incluso en una tarjeta en la que puedas meditar durante todo el día. Si no entiendes alguna parte del pasaje, pídele al Espíritu Santo que te dé entendimiento. BibleGateway también es un gran recurso. Busque en "ESTUDIAR ESTO" y luego en "COMENTARIOS").
Tiempo de oración de conclusión
Pasa tiempo en oración.
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Confiesa el pecado y si no te viene a la mente pídele al Señor que recuerde cualquier pecado con el que necesites lidiar.
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Acción de gracias: Agradezca al SEÑOR por sus bendiciones en su vida, por su palabra y su salvación.
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Petición: Reconoce quién es Él y Su poder para manejar las cosas que te preocupan hoy. Luego dile al Señor lo que hay en tu corazón. Si estás preocupado por algo, díselo y luego pídele ayuda. Ora por las necesidades de las que eres consciente, sean cuales sean.
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Concluye con un reconocimiento de que tu deseo es que se haga Su voluntad en todas tus peticiones: "En el nombre de Jesús. Amén.